YA NO PODRAN ALCANZARLO...
Por JOHN CLAYTON
Ya no podrán alcanzarlo
Se retiró el mejor receptor abierto de la historia: Jerry Rice
(ESPN.com) -- El hecho de haber sido considerado un jugador lento termino beneficiando en el largo plazo a Jerry Rice.
No se puede negar que eso lo hizo caer hasta la décimo sexta posición el draft de 1985, pero las cosas se igualaron cuando llegó a la liga. Rice era un receptor de 6'2'' que corría las 40 yardas en 4.7 segundos. Obviamente, su caída se debió a que lo subestimaron. Rice resultó ser el mejor receptor de toda la historia y deberá agradecerle eso a los caza talentos que lo hicieron trabajar más duro para demostrar lo que valía.
Rice se retiró el lunes y deberá esperar cinco años para entrar en el Salón de la Fama. Que fue el mejor receptor en la historia no puede discutirse. Los números hablan por si solos. Jugó 303 partidos, atrapó 1.549 pases para 22.895 yardas y consiguió 197 anotaciones.
Piensen en esas estadísticas por un segundo. Rice promedió 77 atrapadas por temporada en 20 años. Randy Moss, Terrell Owens y Marvin Harrison son considerados los mejores receptores actuales, pero es cuasi imposible que logren lo que consiguió Rice. Moss tiene 574 atrapadas y debería obtener 100 por temporada en los próximos 10 años para alcanzarlo. Significaría que debería jugar hasta los 38. Harrison tiene 845 atrapadas a los 33. Para llegar a la marca de Rice, debería promediar 101 atrapadas por año hasta los 40. Owens, con 669 atrapadas hasta ahora, tendría que conseguir 100 recepciones por temporada durante nueve años más.
No es imposible pero es difícil que suceda.
Su sobrenombre es G.O.A.T. Que significa: Greatest of All-Time (El mejor de todos los tiempos). Y ese es el único debate que deja instalado en la NFL.
¿Ha sido Rice el mejor jugador de la historia?
El juego de Rice siempre fue diferente. Sus atrapadas parecían obras de arte. Corría de manera precisa. Y además, era un jugador físico. Rice era un buen bloqueador en jugadas por tierra. Era difícil de tacklear una vez que tenía el balón en sus manos. No cabe dudas que Rice podría ser el mejor de la historia.
La supuesta falta de velocidad terminó permitiéndole a Rice mantenerse más tiempo en la NFL. A pesar de que suene extraño, no puedes perder velocidad cuando nunca la tuviste. Rice explotó mucho sus habilidades atléticas. Siempre trabajó más duro que ninguno para asegurarse de rendir en la cancha.
Rice: 1,549 recepciones, para 22,895 yardas y 197 TDs (AP)
Sus esquemas de cruces eran particularmente hermosos. Rice se movería hacia el centro del terreno. Los esquineros podían ser más rápidos, pero él encontraba la forma de posicionarse para dejarlos atrás. Nadie tenía chances con Rice.
Su supuesta falta de velocidad --así como su gran entrenamiento-- le permitió jugar hasta los 42 años. Durante la pretemporada, mostró flashes del pasado. Rice encontraba la forma de superar a los defensivos.
Pero el juego del viernes ante los Cardinals demostró porqué era su momento de retirarse. Primero, fue raro ver a Rice en el cuarto partido de pretemporada. Las estrellas no juegan este tipo de partidos, pero era una manera de ver donde estaba parado.
Sus piernas iban perdiendo poder a medida que pasaba el encuentro. Es lógico que eso pase. Duraron seis o siete años más que las de cualquier otro receptor.
Luego de evaluar el video del partido, Mike Shanahan decidió que las piernas frescas de Darius Watts y Charlie Adams llenarían mejor el rol de tercer receptor en los Broncos. A los 42, no podían pedirle a Rice jugar en equipos especiales como el cuarto o quinto receptor.
Rice no volvió para estar inactivo. Quería jugar. Shanahan era el entrenador adecuado para esta aventura. Rice conoció al entrenador cuando trabajaba como coordinador ofensivo en los 49ers.
Rice empezó el campo en gran forma. Rice podía separarse de los defensivos. Seguía encontrando los huecos.
Pero los juegos y las temporadas son maratones, no piques cortos. Para los receptores, lo más importantes son sus piernas y las de Rice empezaron a perder su poder. Por eso era el momento adecuado de retirarse.
Aquellos que lo critican por haberse quedado tanto tiempo, sin embargo, están equivocados. Los 49ers lo dejaron ir en el 2001 a los 38, pero hicieron una mala evaluación de su situación. Atrapó 83, 92 y 63 pases para los Raiders en los años siguientes. Lo más increíble es que cambió de posición para conseguir esas atrapadas.
Tim Brown era el ala libre en Oakland, la posición que Rice hizo popular en la ofensiva de Costa Oeste. Rice debió jugar como ala abierta, directamente enfrente de los esquineros. Rice debió trabajar duramente para superar a sus rivales y lo hizo en gran forma.
La consistencia se Rice se fue evaporando en el 2004, pero mostró algunos flashes especialmente cuando lo intercambiaron de Oakland a Seattle. Tuvo un gran lunes por la noche frente a los Cowboys, atrapando ocho pases para 145 yardas y una anotación. El juego le dio el derecho de tener otra chance.
Si Rice hubiese entrado a la liga como un velocista, probablemente no hubiese jugado hasta los 42 años. Debido a su supuesta lentitud, pudo quedarse más tiempo en la liga. El lunes era el día adecuado para retirarse. Su próxima parada es el Salón de la Fama, en un voto que no llevará más de 4.7 segundos.
Ya no podrán alcanzarlo
Se retiró el mejor receptor abierto de la historia: Jerry Rice
(ESPN.com) -- El hecho de haber sido considerado un jugador lento termino beneficiando en el largo plazo a Jerry Rice.
No se puede negar que eso lo hizo caer hasta la décimo sexta posición el draft de 1985, pero las cosas se igualaron cuando llegó a la liga. Rice era un receptor de 6'2'' que corría las 40 yardas en 4.7 segundos. Obviamente, su caída se debió a que lo subestimaron. Rice resultó ser el mejor receptor de toda la historia y deberá agradecerle eso a los caza talentos que lo hicieron trabajar más duro para demostrar lo que valía.
Rice se retiró el lunes y deberá esperar cinco años para entrar en el Salón de la Fama. Que fue el mejor receptor en la historia no puede discutirse. Los números hablan por si solos. Jugó 303 partidos, atrapó 1.549 pases para 22.895 yardas y consiguió 197 anotaciones.
Piensen en esas estadísticas por un segundo. Rice promedió 77 atrapadas por temporada en 20 años. Randy Moss, Terrell Owens y Marvin Harrison son considerados los mejores receptores actuales, pero es cuasi imposible que logren lo que consiguió Rice. Moss tiene 574 atrapadas y debería obtener 100 por temporada en los próximos 10 años para alcanzarlo. Significaría que debería jugar hasta los 38. Harrison tiene 845 atrapadas a los 33. Para llegar a la marca de Rice, debería promediar 101 atrapadas por año hasta los 40. Owens, con 669 atrapadas hasta ahora, tendría que conseguir 100 recepciones por temporada durante nueve años más.
No es imposible pero es difícil que suceda.
Su sobrenombre es G.O.A.T. Que significa: Greatest of All-Time (El mejor de todos los tiempos). Y ese es el único debate que deja instalado en la NFL.
¿Ha sido Rice el mejor jugador de la historia?
El juego de Rice siempre fue diferente. Sus atrapadas parecían obras de arte. Corría de manera precisa. Y además, era un jugador físico. Rice era un buen bloqueador en jugadas por tierra. Era difícil de tacklear una vez que tenía el balón en sus manos. No cabe dudas que Rice podría ser el mejor de la historia.
La supuesta falta de velocidad terminó permitiéndole a Rice mantenerse más tiempo en la NFL. A pesar de que suene extraño, no puedes perder velocidad cuando nunca la tuviste. Rice explotó mucho sus habilidades atléticas. Siempre trabajó más duro que ninguno para asegurarse de rendir en la cancha.
Rice: 1,549 recepciones, para 22,895 yardas y 197 TDs (AP)
Sus esquemas de cruces eran particularmente hermosos. Rice se movería hacia el centro del terreno. Los esquineros podían ser más rápidos, pero él encontraba la forma de posicionarse para dejarlos atrás. Nadie tenía chances con Rice.
Su supuesta falta de velocidad --así como su gran entrenamiento-- le permitió jugar hasta los 42 años. Durante la pretemporada, mostró flashes del pasado. Rice encontraba la forma de superar a los defensivos.
Pero el juego del viernes ante los Cardinals demostró porqué era su momento de retirarse. Primero, fue raro ver a Rice en el cuarto partido de pretemporada. Las estrellas no juegan este tipo de partidos, pero era una manera de ver donde estaba parado.
Sus piernas iban perdiendo poder a medida que pasaba el encuentro. Es lógico que eso pase. Duraron seis o siete años más que las de cualquier otro receptor.
Luego de evaluar el video del partido, Mike Shanahan decidió que las piernas frescas de Darius Watts y Charlie Adams llenarían mejor el rol de tercer receptor en los Broncos. A los 42, no podían pedirle a Rice jugar en equipos especiales como el cuarto o quinto receptor.
Rice no volvió para estar inactivo. Quería jugar. Shanahan era el entrenador adecuado para esta aventura. Rice conoció al entrenador cuando trabajaba como coordinador ofensivo en los 49ers.
Rice empezó el campo en gran forma. Rice podía separarse de los defensivos. Seguía encontrando los huecos.
Pero los juegos y las temporadas son maratones, no piques cortos. Para los receptores, lo más importantes son sus piernas y las de Rice empezaron a perder su poder. Por eso era el momento adecuado de retirarse.
Aquellos que lo critican por haberse quedado tanto tiempo, sin embargo, están equivocados. Los 49ers lo dejaron ir en el 2001 a los 38, pero hicieron una mala evaluación de su situación. Atrapó 83, 92 y 63 pases para los Raiders en los años siguientes. Lo más increíble es que cambió de posición para conseguir esas atrapadas.
Tim Brown era el ala libre en Oakland, la posición que Rice hizo popular en la ofensiva de Costa Oeste. Rice debió jugar como ala abierta, directamente enfrente de los esquineros. Rice debió trabajar duramente para superar a sus rivales y lo hizo en gran forma.
La consistencia se Rice se fue evaporando en el 2004, pero mostró algunos flashes especialmente cuando lo intercambiaron de Oakland a Seattle. Tuvo un gran lunes por la noche frente a los Cowboys, atrapando ocho pases para 145 yardas y una anotación. El juego le dio el derecho de tener otra chance.
Si Rice hubiese entrado a la liga como un velocista, probablemente no hubiese jugado hasta los 42 años. Debido a su supuesta lentitud, pudo quedarse más tiempo en la liga. El lunes era el día adecuado para retirarse. Su próxima parada es el Salón de la Fama, en un voto que no llevará más de 4.7 segundos.
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