jueves, noviembre 24

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"No habrá muchos partidos mejores que este", dijo La'Roi Glover sobre el duelo Dallas-Denver. "¿Qué más se puede pedir?"

IRVING, Texas (AP) -- Como fanático de los Cowboys de toda la vida, Darrent Williams, esquinero novato de los Broncos, ha estado esperando el partido del Día de Acción de Gracias, entre Dallas y Denver, durante meses.

Ahora, toda la NFL tiene motivos para emocionarse.

El encuentro del jueves enfrentará a dos de los mejores equipos de la liga hoy en día. Será un gran duelo entre la elite de la AFC y la crema de la NFC.

"No habrá muchos partidos mejores que este", dijo el tackle defensivo de los Cowboys, La'Roi Glover. "Ambos venimos jugando muy bien, ¿qué más se puede pedir?"

Los Broncos (8-2) han ganado tres juegos consecutivos y necesitan seguir acumulando victorias para tener una posibilidad de arrebatarle la ventaja de local en playoffs a los invictos Indianápolis Colts.

Los Cowboys (7-3) también vienen de tres triunfos en serie, y deben mantener el ritmo para poder enfrentar el durísimo mes de diciembre con algo de aire. Dallas comenzará el mes visitando a los New York Giants, el equipo con el que están igualados en la primera posición de la NFC Este.

Aunque sería demasiado designarla como una final anticipada de la NFL, este será el partido más exigente de la temporada para los dos equipos.

"Tendremos que esforzarnos al máximo", dijo el mariscal de Denver, Jake Plummer. "Será un gran desafío".

Ambos entrenadores comenzaron a prepararse para este partido desde la semana libre que compartieron en la primera parte del mes.

El mariscal de Dallas, Drew Bledsoe, se dirigió al cuarto de video el domingo pasado, horas después de la victoria ante Detroit. Bledsoe pasó alrededor de dos horas estudiando a los Broncos y luego se fue a su casa. El entrenador de los Cowboys, Bill Parcells, arribó a la oficina no mucho después.

Parcells dijo que llegó a las 2:50 a.m. del lunes para comenzar a planear la estrategia. Los jugadores ingresaron al recinto en un horario un poco más normal y permanecieron en el estadio hasta las 6:30 p.m.

"Son una amenaza para nosotros", dijo Parcells. "Están jugando bien. Son poderosos".

Hay un par de similitudes bastante curiosas entre ambos equipos.

Los dos conjuntos han dominado el concepto de mantener el balón en sus manos, combinado defensivas sólidas con ofensivas que saben cómo quemar el reloj. Dallas lidera la NFL en tiempo de posesión, promediando 33 minutos y 16 segundos, mientras que Denver se ubica detrás de los Cowboys a solo seis segundos de diferencia.

No es coincidencia que los Cowboys sean los que más veces les dan el balón a sus corredores, y que los Broncos los sigan en el segundo puesto.

Denver tiene un ataque terrestre muy efectivo, gracias al usual éxito de su línea ofensiva pequeña pero rápida, y la buena tarea de Mike Anderson y Tatum Bell. Los Cowboys están tratando de imitar al dúo de los Broncos, combinando los acarreos entre Julius Jones, quien ha estado lesionado, y Marion Barber III.

Plummer y Bledsoe son dos de los mariscales que están jugando mejor de lo esperado a esta altura de sus carreras. Bledsoe tiene el mejor índice de pasador de la NFC. Plummer está quinto en la AFC, pero solamente un par de puntos debajo del porcentaje de Bledsoe.

¿Quieren hablar de defensivas? Dallas ha concedido solamente siete touchdowns en los últimos siete partidos. Denver viene de su primera blanqueada en siete años.

Y luego están los entrenadores, ambos ganadores de dos Super Bowls: Parcells y Mike Shanahan, de los Broncos.

Esta vez, los organizadores del cronograma les hicieron un favor a los aficionados que podrán disfrutar de este partido.

"Me encanta jugar un partido así, tras una semana corta", dijo el ala defensiva de Denver, Ebenezer Ekuban, quien actuó para Dallas entre 1999 y el 2003. "No necesitas mucho más para motivarte. Creo que todos estamos emocionados por la oportunidad que tenemos".