domingo, noviembre 6

UN NUEVO MARISCAL...

Jake Plummer está cada vez más firme como mariscal de campo de los Denver Broncos y cuenta con cifras que varios envidiarían

DENVER (AP) -- Jake la Víbora ya no vive en Denver--por lo menos no este año.

Eso se debe a que Jake Plummer no tiene que ganarse el pan haciendo lo mismo que tuvo que hacer para obtener su apodo.

Ya no tiene que hacer cosas imposibles para remontar equipos que se encuentran en situaciones de aprieto. Finalmente se está acomodando a su rol como uno de los tantos buenos ingredientes en un buen equipo. Atravesó seis juegos sin lanzar una intercepción, unos números que cualquier mariscal de campo aceptaría, desde Peyton Manning hasta John Elway.

Plummer ha sido eficiente, pero también hizo grandes jugadas, como se vio su performance de cuatro touchdowns para 309 yardas, en la victoria de Denver contra los Eagles.

Hoy es simplemente Jake Plummer, mariscal de campo de los Denver Broncos, un equipo que alcanzó su última semana con un sorprendente 6-2. Y qué nos dicen de esto: Jake Plummer, ¿candidato para el JMV (Jugador Más Valioso)?

"Este asunto se está yendo de las manos", dijo Plummer con respecto de la discusión por el JMV. "No quiero ni hablar de eso".

Sin embargo, desde que llegó a Denver en el 2003, fue el factor X en un equipo que tenía calibre de campeonato hace varios años, pero que necesitaba un mariscal de campo para completar el grupo. Brian Griese, el heredero cuando Elway se retiró, no fue la respuesta. Esa es la razón por la que Mike Shanahan le dio una oportunidad a Plummer--enamorado de la fuerza de su brazo y de su espíritu competitivo.

A Plummer el cambio le sentó bien. Llegó a una de las mejores organizaciones de la NFL y le dijo adiós a los Arizona Cardinals, un equipo bañado en derrotas, uno que nunca lograba reunir la cantidad suficiente de jugadores para hacer que el mariscal de campo desarrollara el potencial que había demostrado en Arizona State, lo que hizo que los Cardinals lo seleccionaran en la segunda ronda del draft de 1997.

Pero en sus primeros dos años en Denver, Plummer no pudo evitar seguir con sus viejos vicios. Los pases con su mano izquierda. Pases forzados a receptores cubiertos cuando había receptores disponibles a menor distancia.

Eso fue lo peor de Plummer, y a pesar de haber estado a 19-8 como abridor y haber establecido un récord de franquicia con 4,089 yardas en el 2004, los fans de los Broncos se concentraron en el lado negativo. En las 20 intercepciones y el hecho de que no hizo nada para ayudar al equipo a terminar con una sequía de victorias de playoffs que ya alcanzó las seis temporadas.

Shanahan siguió confiando en él, logrando que los Broncos le paguen un bonus de 6 millones en la temporada baja, e insistiendo con que cualquier mariscal de campo necesita dos años para acomodarse al sistema.

El entrenador dijo que Plummer necesitaba acomodarse a la idea de que estaba jugando para un buen equipo y que ya no tenía que ganar partidos por su cuenta. Plummer lanzó 90 touchdowns y 114 intercepciones en seis temporadas en Arizona.

Ya han pasado seis juegos completos, 25 cuartos totales y 171 pases desde que Plummer lanzó una intercepción, por lejos uno de los episodios más importantes de la NFL.

Eso no significa que haya parado de tomar riesgos. Aún está lanzando a lo profundo de vez en cuando, y la efectividad de Denver por tierra le permiten tiempo para amagar y poder ubicar la pelota en el lugar exacto.

Está en camino para las 3,288 yardas, 801 menos de las que tuvo el año pasado. Pero como no ha tenido muchas situaciones en las que haya tenido que lanzar de manera arriesgada solamente para que su equipo siga en contención, su rating como pasador es muy alto: 91.3, más de 18 yardas por encima del promedio de su carrera.

"No eres un buen mariscal de campo a menos que tengas un buen equipo", dijo Plummer. "Puedes poner a Joe Montana en un mal equipo y adiós Joe. Pero este es un equipo excelente y yo sólo soy una pieza de ese rompecabezas".