Un triunfo es un triunfo, y un triunfo es siempre un triunfo Y significó mucho más que un triunfo de 12-10 el domingo
Por Andrew Mason
DENVER - En la experiencia de más de una década del entrenador en jefe Mike Shanahan sobre la preparación de campo de los Broncos de Denver, él ha demostrado ser un hombre de precisión, con planificaciones meticulosas y bien ejecutadas, preparación intensa y atención a los más mínimos detalles - y a menudo, repitiendo lo anterior.
Las comidas del equipo se sirven y planifican exactamente del mismo modo semana tras semana. Los autobuses que parten a los hoteles en las ciudades de los estadios enemigos lo hacen al mismo tiempo en relación a la patada inicial cada semana. Y después de los partidos, la rutina post-juego de Shanahan es la misma – se dirige al equipo, luego se aventura en el cuarto de prensa más cercano, hace un comentario de apertura y comienza su rueda de prensa.
No fue el caso el domingo.
Se tomó un desvío.
Se dirigió al cuarto de prensa, divisó un televisor en una esquina lejana del cuarto en el cual se transmitían los momentos finales del duelo entre los Jefes de Kansas City y los Vaqueros de Dallas, y dio vuelta a la derecha en la escalera que conduce a su atril dirigiéndose hacia el fondo del cuarto, para unirse a los reporteros y periodistas y ver el partido con ellos.
En tal momento, todo estaba en suspenso. El vestuario cercano, por lo general un torbellino de actividad y conversaciones que resultan después de un triunfo, llegó a un silencio absoluto con la congregación de los Broncos alrededor de los televisores.
Ocurrieron escenas insólitas con toda seguridad. Pero fueron apropiadas. El trabajo del día de los Broncos había concluido - después de todo, la historia no registrará que la victoria de los Broncos de 12-10 sobre los Cuervos de Baltimore era de vez en cuando poco atractiva; simplemente quedará registrada bajo la columna ‘V’ (Victorias) dándole a los Broncos 10 triunfos que representa el ritmo más rápido en siete años.
"No todas van a resultar perfectas," declaró el mariscal Jake Plummer. "Lo importante es que sea una 'V.'"
Con la consagración de tal tarea, los Broncos pudieron observar como la ventaja de la división se reducía a dos partidos con tres por jugar mediante la recepción que produjo el touchdown de Dan Campbell para los Vaqueros y la tentativa de Lawrence Tynes de realizar un gol de campo para empatar el partido. Tales circunstancias, junto con la sorpredente victoria de 23-21 de Miami en San Diego, hicieron de los resultados del domingo los más felices que los Broncos pudieran haber esperado.
El foco de los Broncos sigue estando en hacer lo que sea necesario para ayudarse a si mismos. Sin embargo uno va a aprovechar todo lo que tiene al alcance, y no va a rehusar un poco de ayuda de los Delfines y los Vaqueros. Además, los resultados de un huso horario en cada dirección colocan el rendimiento de los Broncos en perspectiva.
Claro que los Broncos fueron superados en yardas. Superados en pases. Perdieron en la comparación de primeros intentos. Casi perdieron una ventaja de 9 puntos en el último cuarto. Todo ello en contra de un equipo de 4-9 que no contaba con su corredor (Jamal Lewis), una multitud de alas defensivas y Ray Lewis, quien es nada menos que el eje central eterno de los Cuervos.
"La gente hablaba de su récord y lo bien que estábamos jugando, y éste debería haber sido un partido con una derrota aplastante, pero nunca me creí eso, porque ví jugar a este equipo por video – tanto a la ofensiva como a la defensiva," dijo el safety Nick Ferguson. "Sí, Ray Lewis estaba fuera y Jamal Lewis no jugó, pero tenían a otros jugadores en su equipo."
Y contra tales jugadores, los Broncos resultaron victoriosos - a diferencia de los Jefes y los Cargadores.
' Un triunfo es un triunfo, y es un triunfo es siempre un triunfo ' dijo John Lynch.
Eso fue todo lo importante este domingo donde los Broncos jugaron primero, se convirtieron en espectadores más tarde y consiguieron el éxito en ambos bandos.
"Pudiéramos estar en el otro lado como en el caso de los Jefes y los Cargadores, pero no lo estamos," señaló Plummer. "Estamos en el lado de la victoria ‘V’, lo cual es un gran triunfo para nosotros."
Y con 10 triunfos en 13 partidos este año, la victoria se ha convertido en una rutina que los Broncos han logrado merecer.
BUSCANDO LA MANERA
Las yardas fueron difíciles de extraer el domingo contra la defensiva permanentemente sólida de los Cuervos. Las 3.0 yardas de los Broncos por acarreo fue la más baja de la temporada. Las 4.2 yardas por juego resultó ser la peor marca desde la 4° Semana, cuando los Broncos trataban de abrirse camino a través del poderoso y experto frente defensivo de los Jaguares de Jacksonville.
"Es por algo que (los Cuervos) han permitido la menor cantidad de yardas en la AFC," dijo Shanahan.
Y parte de ello se debe a que los Broncos ocasionalmente no precisaban con seguridad lo que los versátiles y mañosos Cuervos tenían planeado. A veces, Adalius Thomas de Baltimore saldría a la cobertura, en un pase de segundo y 7 para Rod Smith en el segundo cuarto. En otras ocasiones, éste entraría en carga defensiva completa, tal como lo hizo más tarde en el cuarto para atrapar a Plummer en una pérdida de 13 yardas que sacaría a los Broncos fuera del territorio de los Cuervos y terminaría en una amenaza de anotación.
"Trabajamos toda la semana en algunos esquemas diferentes que nos mostraron pero no vimos gran cantidad (de ellos)," dijo el ala cerrada Stephen Alexander. "Ellos hicieron unos cuantos buenos ajustes. Tienen un buen plan para nosotros."
Pero el porcentaje del 50 por ciento de conversión de los Broncos en terceros intentos fue el mejor de la temporada. La mitad de las ocho conversiones de tercer intento de los Broncos provino de dos de sus series de anotaciones - una serie de 51 yardas al inicio del partido por Jason Elam para el primer gol de campo y un acarreo de 42 yardas en el tercer cuarto que permitió a Plummer hacer un pase de 7 yardas a Kyle Johnson para anotar.
Y, quizás más importante aún, tan solo una pérdida del balón contra una defensiva de Baltimore que había forzado 2.3 pérdidas del balón por partido en las tres semanas anteriores. Eso demostró ser más que suficiente para los Broncos al surgir con una proporción mayor de 3, gracias a un par de intercepciones y a dos recuperaciones de balón suelto.
Seguro, una recuperación de balón suelto surgió cuando el mariscal de los Cuervos Kyle Boller simplemente perdió el control del balón en espacio abierto. Y una intercepción provino de una jugada en la cual Boller se tropezó, se levantó y corriendo hacia atrás y balanceándose de un pie, lanzó un globo bajo presión en la dirección de Todd Heap que Ferguson probablemente pudo haber atrapado sin infracción en la zona de anotación.
"Sam Brandon dijo que le robé en esta intercepción, y le dije, '¿Sabes qué? No lancé el ovoide,'" Ferguson dijo sin arrepentimiento. "Mi trabajo es atajarlo. El tipo lo lanzó ahí y yo me tiré al suelo a atraparlo."
De hecho, Ferguson se lo esperaba.
"No me sorprende en absoluto," dijo él, "ya que han lanzado pases como ese a Todd Heap anteriormente y los ha agarrado; quizá él pensaba, '¡Eh!, aquí está Todd Heap y dos de los jugadores de la secundaria de los Denver Broncos, apuesto en mi jugador en lugar de ellos y trató de lanzar el balón con la esperanza de que Todd Heap pudiera hacer una jugada. Afortunadamente, yo estaba allí y Sam estaba allí también para evitar que Todd agarrara el balón."
Tal como la defensiva lo ha hecho todo este año, ha anticipado probabilidades de pérdidas del balón. La diferencia entre el 2005 y años anteriores recientes es que la defensiva ha sacado provecho de todas las posibilidades.
Y nadie ha hecho esto con mayor frecuencia que Champ Bailey, quien ha hecho que lo espectacular parezca rutinario.
'EL MAGNETO'
A estas alturas, uno practicamente espera Bailey haga una jugada en el partido. En los últimos cinco encuentros consecutivos han pasado con Bailey realizando una intercepción en cada uno de ellos. Además ocurren en momentos oportunos - en particular el domingo, cuando olfateó una jugada en la zona roja colocándose en frente de Boller y saltando para realizar la jugada.
Una semana más y otra intercepción. Ocho en 13 partidos, pulverizando su anterior récord de la pasada temporada, de cinco. Y su racha de cinco partidos con una intercepción es ahora la racha más larga en la historia de los Broncos.
"Es difícil de hacer, pero no para 'El MAGNETO, '" dijo Lynch.
Que no te dé mala impresión - éste no es uno de esos apodos impuesto por cuenta propia. Ni siquiera surgió debido a su reciente racha de victorias en los partidos.
"En las prácticas, Champ ha estado haciendo gran cantidad de jugadas," dijo Ferguson. "De pronto, no sé quien comenzó en realidad, no estoy seguro, alguien comenzó a llamarle 'el MAGNETO.'"
"Los jugadores de la secundaria de Denver Broncos, tenemos apodos, y en las dos últimas semanas, éste ha sido el apodo, porque francamente, los balones le llegan a él," dijo Lynch. "En las prácticas consigue aproximadamente tres diariamente, lo cual no es accidente que los consiga (en los partidos)."
Uno podría aplicar el apodo a toda la defensiva en 2005. En los grandes juegos han pasado de ausentes a abundantes. El esfuerzo de los cuatro cambios de posesión del balón el domingo aumentó el total de la temporada a 32 - 12 más que la cuenta total de la temporada de cada uno de los dos años anteriores.
Pero el esfuerzo más grande pudo haber sido la parada prematura del cuarto intento de Chester Taylor en el último cuarto. Al Wilson y John Lynch le bloquearon la vía. Courtney Brown y Ian Gold lo terminaron.
"El entrenador Larry Coyer dijo que es desmoralizante para la ofensiva negar a un equipo la llegada a la zona de anotación en cuarto y algo, o tercero y algo, así que para nosotros, resultó excelente tener en frente a la línea de gol para cobrar velocidad, " dijo Ferguson. "Pudo haber sido la diferencia en el partido. A veces en este partido – en especial durante el mes de diciembre - uno busca recobrar velocidad, y uno debe tratar de conseguirla en cualquier parte posible."
Los Broncos hicieron justamente eso. Las grandes jugadas de la defensiva son ahora, parte de la rutina.
ENFOQUE EN EL MOMENTO
Los Broncos hicieron sus grandes jugadas mientras el puntaje de los Cargadores y los Jefes centelleó en los marcadores lejanos del estadio. Hubiese sido fácil para ellos distraerse con las buenas noticias del puntaje en la lejanía, pero los Broncos rehusaron distraerse... ellos simplemente siguieron imponiéndose hacia adelante.
"Mientras más juega uno, más se percata de que ver el marcador no es una cosa que debe hacerse, " dijo Lynch. "Uno cuida de su negocio y las cosas empiezan a ocurrir como estaban planeadas."
Ellos lo hicieron de la mejor manera posible este domingo. Y con tres partidos por delante, los Broncos se encuentran en un lugar en el cual no han llegado a estar en este punto de la temporada en los últimos cinco años - en el primer lugar.
Esta es la clase de lugar que les gustaría repetir – ahora, en semanas y años futuros.